Este «Suro» fue un regalo de mi amigo Miguel Martín, en una de sus visitas a la axarquia malacitana….como todos los materiales cuando llegan, me produjo una gran ilusión generar un proyecto para su formación…
Desde que elegimos el frente y la única rama con la que desarrollaríamos toda la ramificación del árbol, éste marcó un claro destino hacia un bun jin un tanto «flamenco» por la forma en la que el tenjin se gira sobre el árbol como una bailora… bonito nombre para el árbol
Desde entonces todos nuestros esfuerzos de cultivo y formación han ido encaminados a ensalzar esa figura y su conjugación con la estética en bonsai
Poco a poco, año a año este quercus suber ha sido entrenado para ser un bun jin un tanto diferente…
Para afianzar bien esa ramificación he llegado a ser un poco desconsiderado con la estética….dejando crecer sin intervenir…
Aunque luego las intervenciones fueron necesarias…
Y así, año a año he ido compactando su ramificación hasta incluso conseguir cierta reducción en la hoja aún a pesar de los generosos abonados…
Tras cada crecimiento una intervención, aclarando y centrando el crecimiento del árbol en aquella ramificación que me pareció mas oportuna, mediante poda y alambrado…
Buscando una silueta que acompañase al escaso ritmo del tronco…
Hasta que ha llegado al momento de comenzar su refinado….y sin tiempo para hacerlo he creido mas oportuno intercambiar este árbol con mi amigo y alumno Jose Ocón, ( Fué «amor a primera vista») (lo de él y el árbol, entiéndase…)…nuevo propietario que comienza un nuevo camino con la misma ilusión que yo tuve por darle la primera formación…
En unos años de pinzados y definición de masas y una maceta que lo realze, será un árbol digno de exposición
Que lo disfrutes tanto como yo lo he hecho durante estos años, mi querido Jose Ocón…