Este trozo de madera pertenecía a un viejo e inmenso olivo desplomado en la finca de una amigo. Un árbol varias veces centenario. Con su permiso lo separé de la base que quedaba en el suelo y nos dispusimos a enraizarlo.Me gustó su forma de hippocampus y su madera vieja.
Una vez enraizado era hora de comenzar el estudio de su diseño.
La vena viva a este lado y la forma pulida de la madera muerta nos hizo optar por este frente. La madera muerta quedaba muy pesada en el ápice y en la parte trasera asi que era necesaria una seria reducción de masa y peso visual.
El principal trabajo de madera muerta consistió en esculpir un ten jin haciendo desaparecer el corte de mas de 25 cms dándole cierta forma.
La pareidolia ha sido siempre para mi una fuente de inspiración hacia el tallado, en la búsqueda de las lineas de la coherencia natural…
Hora de darle un primer diseño a este viejo olivo de la variedad Nevadillo, de Torrox Málaga. Comenzamos con una selección de ramas y una poda.
Llega el momento de alambrar y dar la primera formación.
Tras el primer diseño me gusta lo que transmite este árbol.
Con el paso de los años la copa se ha ido densificando aunque ha estado varias temporadas sin modelar por falta de tiempo.
Pero volvemos a trabajarlo y cultivarlo como este bonsai merece.
Comenzamos con el proceso de refinado este año, para ello cuento con la inestimable ayuda de su nuevo propietario, mi amigo, alumno y excelente cultivador Alfredo.
El árbol ya un su nueva disposición, aportando su toque en una magnífica colección de bonsai en la axarquía malagueña. Comienza una nueva etapa, y nosotros seguiremos trabajando en su evolución.